En el lago de Nicaragua, llamado por los conquistadores españoles el mar de agua dulce por su inmensidad, sobresale la isla de Ometepe cuyo nombre en náhuatl significa dos cerros. La isla de 276 kilómetros cuadrados alberga a dos majestuosos volcanes unidos por un corto istmo, y es actualmente uno de los destinos naturales preferido por turistas nacionales y extranjeros por su ambiente hospitalario y pasivo, sus hermosos paisajes, sus dos volcanes, la riqueza arqueológica, sus tranquilas playas y sus numerosas reservas naturales y bosques donde puede apreciarse una importante biodiversidad.
Desde siempre, la isla ha representado un destino paradisíaco. En tiempos precolombinos, según relatos obtenidos por historiadores, tribus indígenas se desplazaron del norte hasta Centroamérica en búsqueda de un paraíso vislumbrado por sus sacerdotes: una tierra formada por dos cerros, y en sus andares lo encontraron. La isla de Ometepe se convirtió entonces en un santuario habitado por una mezcla de diversas tribus y culturas, lo cual es revelado por la enorme cantidad de petroglifos, cerámica y estatuaria que pueden apreciarse en toda la zona.
La isla es habitada por personas amables y sonrientes enamoradas de su tierra, dedicadas sobre todo a la pesca y la producción agrícola de gran calidad que provee el fértil suelo isleño. Actualmente, los ometepinos han comenzado a dedicarse a la atención de turistas y numerosos locales de servicios han sido instalados en la isla, con la disposición de acoger a los visitantes del mundo entero que deseen visitar este paraíso.
La puerta de entrada principal a la isla es el puerto de la ciudad de Moyogalpa (nombre de origen náhuatl que significa lugar de mosquitos), el cual es conectado al puerto de San Jorge en Rivas por tres lanchas y un ferry que transitan el lago varias veces al día durante toda la semana.
Al llegar al puerto, se aprecia la calle principal de Moyogalpa y de fondo el activo volcán Concepción con su cono perfecto y su corona de nubes. La ciudad es pequeña y de vida pasiva, pero cuenta con equipamientos útiles para los visitantes como hoteles y hospedajes confortables; restaurantes donde degustar comida local e internacional y deliciosos refrescos naturales de frutas tropicales; locales de alquiler de automóviles, motocicletas y bicicletas; guías especializados, bares con buen ambiente, farmacias, cibercafés y un centro de salud bien equipado.
Una carretera adoquinada une por el sur a Moyogalpa con la ciudad de Altagracia, ubicada al otro lado del Concepción. Siguiendo esta vía, se encuentran las calles y camino de tierra que llevan a los otros sitios interesantes. Los desvíos son indicados por rótulos, así que los visitantes no deben temer perderse al buscar sus destinos.
Siguiendo esta carretera, puede visitar desde Moyogalpa la Punta Jesús María, ubicada a cinco kilómetros de la ciudad. La punta es una delgada entrada de tierra al lago, cuyo inicio tiene una anchura de 20 metros y 200 metros de largo, y es sombreado por frondosos árboles. Pero esta entrada culmina en una franja de arena que en verano se extiende por más de un kilómetro lago adentro; las aguas bañan ambos lados de esta delgada punta de unos 5 metros de grosor, y desde ella se puede apreciar bellos atardeceres. Algunos visitantes optan por acampar en Jesús María.
Desde Moyogalpa puede también visitar el volcán Concepción (1610 metros de altura), escalar sus faldas y llegar hasta su bosque en el que se observan monos congos, cara blanca, y una gran multitud de aves e insectos. La vista, a cómo puede imaginarse, es espectacular.
El Concepción está activo y su última erupción fue en 1957. Los isleños expresan que es común la esporádica expulsión de gases o los movimientos de tierra ocasionados por él, por lo que ellos no sienten pánico ni alarma. De hecho, según algunas organizaciones ometepinas, son algunos y bien determinados los sitios de verdadero riesgo ante una eventual erupción.
En algunos poblados al sur de Moyogalpa, se han organizado sus habitantes para brindar el servicio de Pueblo Hotel, lo que permitirá al visitante convivir con los isleños y apreciar sus rutinas y cotidianeidad. El servicio aún no está consolidado, pero puede preguntar en las oficinas de la Fundación Entre Volcanes en Moyogalpa.
La región al norte de Moyogalpa es de difícil acceso, por lo que no es visitada por turistas. Aquí se ubican pequeños poblados rurales y existen playas muy lindas poco frecuentadas. Para el 17 de diciembre se lleva a cabo el Festival Turístico de Ometepe. En el evento participan las autoridades y empresarios turísticos, pero también toda la población. Se realizan bailes, fiestas, competencias de bicicletas, de bueyes cargueros y de botes de remos, además de otras actividades
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In the lake of Nicaragua, called by the Spanish conquerors the sea of fresh water because of its immensity, stands the island of Ometepe whose name in Nahuatl means two hills. The island of 276 square kilometers houses two majestic volcanoes linked by a short isthmus, and is currently one of the natural destinations preferred by domestic and foreign tourists for its hospitable and passive environment, its beautiful landscapes, its two volcanoes, the archaeological wealth, its quiet beaches and its numerous nature reserves and forests where an important biodiversity can be appreciated.
The island has always represented a paradisiacal destination. In pre-Columbian times, according to stories obtained by historians, indigenous tribes moved from the north to Central America in search of a paradise envisioned by their priests: a land formed by two hills, and in their wanderings they found it. The island of Ometepe then became a sanctuary inhabited by a mixture of different tribes and cultures, which is revealed by the huge amount of petroglyphs, pottery and statuary that can be seen throughout the area.
The island is inhabited by friendly and smiling people in love with their land, dedicated mainly to fishing and agricultural production of high quality that provides the fertile island soil. At present, the Otepepinos have begun to dedicate themselves to the attention of tourists and many local services have been installed on the island, with the disposition to welcome visitors from all over the world who wish to visit this paradise.
The main entrance to the island is the port of the city of Moyogalpa (Nahuatl name means mosquitoes), which is connected to the port of San Jorge in Rivas by three boats and a ferry that transits the lake several times a day throughout the week.
Upon reaching the port, you can see the main street of Moyogalpa and in the background the active Concepción volcano with its perfect cone and cloud crown. The city is small and passive, but it has useful facilities for visitors such as hotels and comfortable lodgings; restaurants where you can taste local and international food and delicious natural tropical fruit drinks; local rental cars, motorcycles and bicycles; specialized guides, bars with good atmosphere, pharmacies, cyber cafes and a well-equipped health center.
A cobblestone road joins the Moyogalpa south with the city of Altagracia, located on the other side of the Concepción. Following this route, you will find the streets and dirt road that lead to the other interesting sites. The detours are indicated by signs, so visitors should not be afraid to lose themselves when searching for their destinations.
Following this road, you can visit from Punta Moyogalpa Jesus Maria, located five kilometers from the city. The point is a thin entrance of earth to the lake, whose beginning has a width of 20 meters and 200 meters in length, and is shaded by leafy trees. But this entrance culminates in a strip of sand that in summer extends for more than a kilometer inland; the waters bathe both sides of this thin tip of about 5 meters thick, and from it you can appreciate beautiful sunsets. Some visitors choose to camp in Jesús María.
From Moyogalpa you can also visit the Concepción volcano (1610 meters high), climb its skirts and reach its forest where monkeys can be seen, white face, and a large crowd of birds and insects. The view, as you can imagine, is spectacular.
The Concepcion is active and its last eruption was in 1957. The islanders say that sporadic expulsion of gases or earth movements caused by it is common, so they do not feel panic or alarm. In fact, according to some Ometepec organizations, there are some and well determined sites of real risk in the event of an eruption.
In some towns south of Moyogalpa, its inhabitants have been organized to provide the Pueblo Hotel service, which will allow the visitor to live with the islanders and appreciate their routines and daily life. The service is not yet consolidated, but you can ask at the offices of the Entre Volcanes Foundation in Moyogalpa.
The region north of Moyogalpa is difficult to access, so it is not visited by tourists. Here small rural towns are located and there are very nice little frequented beaches. The Touristic Festival of Ometepe takes place on December 17th. The authorities and tourism entrepreneurs participate in the event, but also the entire population. Dances, parties, competitions of bicycles, of oxen freighters and of rowboats are realized, besides other activities.
source https://hotspotsmagazine.com/2019/01/23/mayogalpa-isla-de-ometepe/
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